Tarta de queso vegana
¡Madre mía la delicia que os traigo hoy! La de veces que he hecho esta receta hasta dar con la fórmula perfecta ¡Ya tengo a la familia aburrida de pruebas! Pero estaba decidida a preparar una tarta deliciosa de queso vegana (que no sabe obviamente igual que las de queso, pero que está muy pero que muy rica) y he dado con ella.
En mi casa y mis amigos son muy exigentes con los postres ¡Parecen el jurado de Masterchef! Y les ha encantado, así que por aquí os dejo este recetón que sale fetén.
Es ideal para preparar para estas fiestas que se avecinan, pues la puedes tener preparada con antelación y sorprender a tus invitados con esta tarta tan tan original. Cremosa, con una base crujiente y 100 % vegetal ¿Qué más se puede pedir?
TARTA DE QUESO VEGANA
INGREDIENTES
Para la base de galletas:
300 g de galletas (con las Lotus queda impresionante) y 80 g de margarina BIO.
Para la crema:
350 g de anacardos crudos.
400 g de yogur de soja (o cualquier yogur vegetal que te guste).
2 cucharadas de levadura nutricional.
El zumo de 1/2 limón.
120 g de sirope de agave.
1 pizca de vainilla en polvo.
1 cucharada de harina.
Para la cobertura:
Mermelada de fresa, frambuesa, arándanos (la que más te guste).
Frambuesas y arándanos para decorar.
PREPARACIÓN
Deja a remojo los anacardos durante al menos 12 horas.
Tritura las galletas hasta que queden como polvo. Derrite la mantequilla o la margarina y mézclala con las galletas hasta que quede como arena mojada. Añade la mezcla a la base del molde (yo utilizo uno desmontable de 18 cm) y prénsala bien para que quede compacta. Reserva en la nevera.
Precalienta el horno a 170ºC. Escurre los anacardos y échalos al vaso de la batidora. Añade el resto de ingredientes de la crema y tritura durante unos minutos hasta que quede una crema muy muy lisa, aterciopelada y muy muy cremosa (que no se note ni un trocito de anacardo).
Vierte la crema sobre la base de galleta y hornea a 170ºC durante 35-40 minutos. Deja enfriando sobre una rejilla y cuando se temple, guárdala de nuevo en la nevera.
Cuando la vayas a servir, añade una capa generosa de mermelada sobre la tarta y ¡A disfrutar!
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